¿Alguna vez has estudiado los 12 poderes, has comprendido su profundo significado, pero te has sentido incapaz de saber exactamente cómo puedes ponerlos en práctica?

Mi primera experiencia con Unity fue en Unity Church of Today en Warren, Michigan, donde el Rev. Jack Boland presentó magistralmente una serie de 12 partes sobre Los doce poderes, un libro escrito por el cofundador de Unity, Charles Fillmore. Me sentí como si me hubieran entregado un cofre lleno de oro y joyas. Escuché las grabaciones una y otra vez durante años, pero nunca las apliqué a mi vida. Lo almacené en mi cerebro como conocimiento, pero los 12 poderes permanecieron latentes en mí durante unos 35 años.

Aunque Fillmore proporcionó hermosas afirmaciones que evocaban estos atributos que dan vida, creo que también hay una aplicación práctica que puedes añadir a tu caja de herramientas.

Recientemente, mientras diseñaba una nueva clase sobre el poder del corazón, tuve la oportunidad de leer el libro del Rev. David McArthur, Your Spiritual Heart. Más tarde, me encontré con una de sus charlas en YouTube donde citaba a Fillmore, quien afirmaba:

“Uno debe prestar atención a ese susurro poco común e increíblemente delicado del Espíritu. No se origina en el intelecto ni tiene su fuente en la mente. Representa el crecimiento, dentro de los seres humanos, de una mayor capacidad para conocerse a sí mismos y comprender el propósito de la creación. La Biblia proporciona numerosos ejemplos del despertar de esta inteligencia centrada en el corazón en videntes, legisladores y profetas. Se atribuye al corazón”.

¡Fue increíblemente esclarecedor! Durante mi formación como entrenadora y orientadora de HeartMath®, había descubierto previamente que el corazón posee su propio sistema nervioso inherente, un mini cerebro en el corazón, y que el corazón envía más información al cerebro de la que recibe a cambio. Después, el cerebro interpreta esta información y libera las sustancias bioquímicas correspondientes en todo el organismo.

Recurro a mi corazón en cada situación. Al acceder a la inteligencia del corazón, mi perspectiva del mundo mejora, mis relaciones se equilibran y mi manera de responder a los demás se transforma al verlos a través de una lente de aprecio, amabilidad y auténtico cuidado.

Lo que sabe el corazón

El patrón rítmico del corazón sirve como indicador de nuestro bienestar general. Esto explica por qué cuando estamos abrumados, podemos sentirnos mentalmente confusos o dispersos, mientras que, en momentos de armonía emocional, podemos sentirnos tan lúcidos y centrados como un ninja. Experimentar emociones edificantes es una forma poderosa de despejar esa niebla mental.

Además, el corazón es extraordinariamente intuitivo. Hay una buena razón por la que a menudo utilizamos frases como “Escucha a tu corazón”, “Tu corazón sabe” y “Deja que tu corazón te guíe”. Nuestro corazón, nuestro cerebro y nuestro sistema emocional están diseñados para trabajar juntos. Cuando confiamos únicamente en nuestro intelecto o nos centramos exclusivamente en nuestros sentimientos emocionales, descuidamos la parte de nosotros mismos que posee la mayor sabiduría: el corazón.

¿Podría ser ésta la razón por lo que la Biblia hace referencia al corazón 826 veces, pero nunca hace mención del cerebro? Tu corazón es tu conexión personal con tu ser superior. Sabiendo esto, ¿no tiene más sentido escuchar a tu corazón o a tu intuición?

El corazón a flor de piel

Estoy convencida de que ponerle corazón a todo lo que haces es la clave para activar los 12 poderes, no importa donde te encuentres, ya sea en medio de la adversidad, el miedo, el pánico o incluso cuando te enfrentes a desafíos como dar una charla o escribir un informe. Personalmente, he puesto a prueba esta creencia y puedo dar fe de que es el camino más práctico y real que he encontrado para hallar soluciones, tomar decisiones, fomentar ideas creativas y dominar la autorregulación emocional.

Cuando me encontré con la cita de Fillmore mencionada anteriormente en el libro original, Los doce poderes, me di cuenta de que el corazón era la pieza que faltaba en mi vida. Para practicar los doce poderes y establecerlos en mi propia vida, experimenté que el camino a seguir era practicar las técnicas de HeartMath. Estas técnicas son sumamente sencillas, y muchas de ellas pueden aplicarse con los ojos abiertos, incluso en movimiento.

Recurro a mi corazón en cada situación. Al acceder a la inteligencia del corazón, mi perspectiva del mundo mejora, mis relaciones se equilibran y mi manera de responder a los demás se transforma al verlos a través de una lente de aprecio, amabilidad y auténtico cuidado.

En lugar de reaccionar impulsivamente, hago una pausa y pregunto a mi corazón: “¿Quién quiero ser en esta situación? ¿Cómo quiero mostrarme? ¿Cómo quiero que se sienta esta persona?”. Si simplemente quiero que me den la razón, no estoy actuando desde mi corazón. Si me preocupo, pierdo la conexión con mi corazón. Si me irrito, no está presente mi corazón. Estas señales emocionales me sirven como recordatorios y estímulos para centrarme en el cuidado genuino del bien común.

Una práctica sencilla del corazón

La técnica más sencilla de ejercer, Quick Coherence®, es también la más práctica. No se trata de una técnica de respiración en sí, ni de meditación: no hay sensación de flotar ni experiencias extracorpóreas. Es simplemente alinear el corazón, el cerebro y las emociones para alcanzar un patrón cardíaco coherente. Nuestro objetivo es lograr un estado de calma, no simplemente de relajación.

Paso 1: Centra tu atención en tu corazón. Imagina que tu respiración entra y sale de la zona del corazón o del pecho. Respira un poco más lenta y profundamente de lo usual. Encuentra un ritmo que te resulte cómodo y sencillo. (Haz esto durante varias respiraciones profundas)

Paso 2: Sincera y genuinamente, trata de evocar un sentimiento de aprecio o cariño hacia alguien o algo en tu vida, ya sea del pasado o del presente.

Cuando experimentes esta sensación, piensa en lo que sientes por alguien que te llena de alegría, o imagínate caminando por la playa, o recuerda la sensación de un logro: cualquier cosa que te brinde serenidad, alegría, satisfacción o gratitud, por mencionar algunas.

La combinación de una respiración más pausada y profunda centrada en el corazón, junto con la evocación de un sentimiento recordado, da lugar a la coherencia cardíaca. El resultado es una mente despejada, una sensación de tranquilidad y la manifestación de tu mejor versión.

Te mencioné que era sencillo, ¿verdad? Hay muchas más técnicas, pero esta es la que prefiero. Ahora, inténtalo por ti mismo.


Si deseas saber más sobre las técnicas de HeartMath, visita heartmath.com o heartmath.org. Esta información solo se encuentra disponible en inglés.

Acerca del autor

Gail Boynton es miembro de Unity Renaissance en Chesapeake, Virginia, donde desempeña el rol de secretaria del consejo de administración y actúa como anfitriona ministerial. Además, Gail es una formadora y entrenadora certificada de HeartMath® y ofrece clases para guiar a otros en la comprensión del poder de la inteligencia del corazón y los beneficios de llevar una vida basada en el corazón.
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