Una y otra vez, padres y abuelos me han preguntado cómo pueden lograr que su hijo o nieto adolescente estudien una carrera universitaria que lo lleve a una vida de prosperidad. Por prosperidad, se refieren a ayudar al hijo a ganar mucho dinero.

Todo empieza cuando el adolescente dice algo como: “Mamá, papá, abuela, tía, realmente quiero estudiar o ser (aquí es donde el estudiante nombra lo que realmente le gustaría estudiar en la universidad) policía, idiomas, música, arte”, etc.

Con demasiada frecuencia, el deseo del adolescente es completamente ignorado a menos que la familia imagine que podría generar mucho dinero. Entonces, los padres, abuelos y tal vez vecinos, ministros o familia extendida persuaden al estudiante hasta que acepta estudiar negocios, medicina, informática o alguna otra carrera que parezca prometer grandes ingresos.

El desafío aquí no es el dinero. Es que al adolescente se le da el mensaje claro de que debe ignorar sus propios sueños y deseos. Cuando hacemos esto a un niño, le estamos diciendo que escuche a todos los que están a su alrededor y no a su voz interior. Además, cuando actuamos como si fuéramos la autoridad para su vida diciéndoles lo que tienen que hacer con su futuro, nuevamente les estamos enseñando que deben escuchar a todos menos a sí mismos.

Consecuencias para toda la vida

Cuando un adolescente es manipulado para estudiar algo diferente de lo que su corazón desea, la probabilidad de que permanezca en ese campo de estudio es escasa. Si se quedan donde ganan mucho dinero, pero aún anhelan estar en la carrera de sus sueños, es probable que sean infelices. Esta infelicidad puede llevarlos a recurrir a soluciones temporales como el alcohol, la comida, el ejercicio compulsivo o el trabajo excesivo, así como a otras maneras en que las personas intentan aliviar el dolor de estar desconectados de su auténtico ser.

Esta desconexión con uno mismo, y por lo tanto, con los propios sentimientos, pensamientos, percepciones, valores, sueños y deseos, alimenta la mayoría de los problemas en el mundo. La respuesta a estas dificultades radica en respaldar al niño para que escuche atentamente la voz Divina en su interior.

Qué hacer en su lugar

Ayudar a nuestros hijos y nietos a conectarse con su conocimiento interno y su sabiduría, no es tan difícil como puede parecer. Una manera sencilla de lograrlo es a través de la escucha activa. Al escuchar activamente al niño, repetimos sus palabras para validar su sentir y darle la sensación de que es valioso y que sus ideas importan. Con práctica, podemos resumir lo que escuchamos y reflejar también sus emociones. En esencia, el mensaje que se transmite al niño es: Tú eres valioso.

Mi deseo para todos los padres y abuelos es que comprendan la importancia de apoyar sinceramente los sueños, visiones, esperanzas y verdaderos talentos de los niños desde temprana edad. Al hacerlo, bendecimos al mundo, niño a niño. El adolescente se siente valorado y escuchado, y sus ideas son dignas de consideración.

Cuando un niño o adolescente recibe apoyo para conectarse con su sabiduría interior, puede vivir auténticamente, comprendiendo sus sentimientos, pensamientos, creencias y deseos. El mejor regalo que un padre o abuelo puede dar es ayudar a los niños a conectarse con este lugar de sabiduría interior.

Acerca del autor

Suzanne Carter es una ministra de Unity y consejera profesional que vive en Denver. Visita UnityWholenessCenter.com para obtener más información (solo en inglés).

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