Hace unos días escuché a alguien decir que Dios se especializa en cosas imposibles y una pregunta vino a mi mente: ¿Imposibles para quién? Pues, para la limitada conciencia humana, la conciencia atrapada en creencias limitantes, tales como “no puedo”, “no merezco”, “no sé”, y otras más. La mente humana está congestionada de este tipo de pensamientos.

Si bien estas creencias son una realidad con la que muchas personas conviven a diario, hay una buena, esperanzadora y alentadora noticia: Este bagaje de conceptos restrictivos puede ser cambiado y transformado.

En la Carta de Pablo a los Romanos leemos: “Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto”. (Romanos 12:2)

La voluntad de Dios para cada uno de nosotros es el bien y está en nosotros reclamarlo para nuestras vidas y circunstancias. No nos conformemos ni aceptemos menos que el bien de Dios en nuestras vidas.

En Unity hemos aprendido que Dios es Espíritu omnipresente. Dios es la totalidad que impregna e impulsa toda expresión de vida. Esto significa que cada célula de nuestro ser está impregnada e impulsada por la divinidad, cada parte de nuestro ser es una expresión de Dios. En espíritu y en verdad somos energía divina y es nuestra responsabilidad vivir nuestras vidas desde ese potencial.

Dice el apóstol Pablo que “En Dios vivimos, nos movemos y somos”. Cuando comprendemos y aceptamos esta verdad, comenzamos a desarrollar una nueva comprensión acerca de las posibilidades ilimitadas que el universo y la vida nos brindan momento a momento.

A medida que nuestra fe se vuelve más comprensiva, comenzamos a ver que Dios es el Todo en todo. Estamos abriendo los ojos a una realidad eterna e inmutable, la realidad espiritual.

Hagamos un hábito el acto de afirmar nuestra naturaleza espiritual. Podemos declarar persistentemente con fe y firmeza, por ejemplo, Yo soy espíritu divino, hasta que cada átomo de nuestro ser acepte esta verdad.

Sostengamos en nuestra mente y corazón que Con Dios todo es posible y no habrá en nuestra vida limitación alguna que pueda resistir esta verdad.

Queridos amigos, nuestra fe en la presencia y el poder de Dios es la llave que abre todas las puertas, remueve todos los obstáculos y hace que toda experiencia sea una bendición.

Acerca del autor

Rev. Beatriz Gallerano Bell y su esposo Frank tienen un ministerio en Córdoba, Argentina, llamado Unity Sembrando Luz, también están a cargo de la distribución de La Palabra Diaria® en Argentina.

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