Muchas personas preguntan si Unity enseña el llamado Evangelio de la Prosperidad que es tan popular en las iglesias cristianas de hoy.

La respuesta corta es no. Aunque la prosperidad se ha enseñado en Unity durante más de un siglo, no es el “Evangelio de la Prosperidad”.

¿Qué es el Evangelio de la Prosperidad?

En primer lugar, exploremos qué es el Evangelio de la Prosperidad y cómo se usa.

El término se refiere a una creencia religiosa de que “la fe, expresada a través de pensamientos positivos, declaraciones positivas y donaciones a la iglesia, atrae salud, riqueza y felicidad a la vida de los creyentes … Los seguidores creen que Dios desea bendecir abundantemente a los creyentes en esta vida y que la prosperidad física y las riquezas materiales siempre son la voluntad de Dios para los fieles”. (Britannica.com)

Se entiende que Dios es un ser celestial que interviene en la vida de las personas, otorgándoles bendiciones o castigos según su comportamiento. La prosperidad se define como la acumulación de riquezas materiales y objetos deseables, y algunos amplían esta definición para incluir una manifestación externa de buena salud física.

Cada uno de nosotros está llamado a ser la presencia de Dios en este mundo. Todos tenemos habilidades, dones y talentos únicos que nos ayudan a cumplir con ese propósito. Al entregarnos al servicio de nuestra vocación, tendremos a nuestra disposición todo lo necesario para llevarla a cabo.

De acuerdo con el Evangelio de la Prosperidad, existen dos acciones que se debe realizar para recibir la prosperidad divina:

En primer lugar, se enseña que se debe dar dinero a la organización religiosa representada por aquellos que predican este evangelio. Se les inculca a los seguidores que cuanto más generosos sean en sus donaciones, más prosperidad recibirán a cambio.

En segundo lugar, se debe cultivar pensamientos y palabras positivas en relación con lo que se desea tener en la vida. Por ejemplo, se debe visualizar e imaginar un saldo bancario elevado, un flujo constante de ingresos, una salud perfecta, etc.

La promesa del Evangelio de la Prosperidad es que Dios recompensará con riquezas materiales o aquello que se desee. La suposición subyacente es que se encontrará la plenitud espiritual a través de la acumulación de estos tesoros. Además, al realizar contribuciones, se está ayudando a la organización religiosa a difundir esta enseñanza.

¿Entonces, es esto lo que enseña Unity? ¡No!

A primera vista, parece haber similitudes entre las enseñanzas. Practicamos el uso del lenguaje positivo y la oración afirmativa. Decimos que, si queremos más de algo en nuestras vidas, debemos estar dispuestos a dar de eso mismo: amor, dinero, entre otros.

¿Qué hace que las enseñanzas de Unity sobre la prosperidad sean diferentes?

Ante todo, en Unity entendemos a Dios no como un ser, sino como la fuerza creadora de la cual todo surge. Puesto que todo proviene de Dios, eso significa que los seres humanos también provienen de Dios. Somos manifestaciones únicas de Dios en el mundo. Nuestro único propósito es expresar más de Dios en este universo tangible.

Cada uno de nosotros está llamado a ser la presencia de Dios en este mundo. Todos tenemos habilidades, dones y talentos únicos que nos ayudan a cumplir con ese propósito. Al entregamos al servicio de nuestra vocación, tendremos a nuestra disposición todo lo necesario para llevarla a cabo.

Jesús enseñó esta ley cuando dijo: “Dad y se os dará”. Él tenía claro que no se refería solo a dar dinero. Por ejemplo, el autor del Evangelio de Lucas registró sus enseñanzas de esta manera: “No juzguen, y no serán juzgados; No condenen, y no serán condenados. Perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos” (Lucas 6:37-38). En otras palabras, da a las personas confianza, misericordia y perdón, y recibirás lo mismo.

La plenitud de nuestra alma proviene de establecer y cultivar nuestra conciencia de prosperidad. A medida que construimos la capacidad de mantener este nivel de conciencia, nos volvemos conscientes de la abundancia que ya está disponible para nosotros y para los demás. Nos comprometemos a dar como uno de los muchos ejercicios para desarrollar nuestra capacidad de mantener esta conciencia.

La cofundadora de Unity, Myrtle Fillmore, expresó esto de manera maravillosa. “La verdadera prosperidad no consiste en ganar dinero, poseer bienes o adquirir propiedades. Es determinar qué necesita nuestra alma para manifestar más de Dios”.

La verdadera prosperidad se alcanza cuando vivimos nuestro llamado de ser la presencia de Dios. Al mantener esta conciencia de prosperidad, encontramos una plenitud duradera. Todo lo que necesitamos para respaldar nuestro llamado será atraído hacia nosotros y fluirá abundantemente a través de nosotros.

Acerca del autor

Lauri Boyd es una escritora y maestra que vive en Overland Park, Kansas.
Rev. Lauri Boyd

Más

No Results