Encontrar la gratitud a través de los buenos modales

Ser agradecido es una de las claves para sentirse feliz, realizado y exitoso. Los ojos de la gratitud encuentran una abundancia de bendiciones donde otros apenas ven lo suficiente. ¿Cómo podemos formar adultos agradecidos? Criando niños agradecidos.

Quizá te preguntes cómo se relacionan los modales y la gratitud, pero te aseguro que están estrechamente relacionados. Los modales son mucho más que aprender a compartir o a decir por favor y gracias. Ese tipo de educación nos sirve para llevarnos bien con los demás, e incluso puede ayudar a nuestros hijos a convertirse en estudiantes estrella o en líderes en el lugar de trabajo.

Pero los beneficios van mucho más allá. Los modales fortalecen los músculos de la paciencia, la tolerancia, la compasión, la confianza en uno mismo y la gratitud, lo que ayuda a que nuestro espíritu prospere. Las personas educadas experimentan el mundo de una forma más maravillosa. Mejor aún, sus acciones inspiradas crean olas de felicidad que se transmiten a los demás y pueden transformar por completo el día de alguien. Si logras influir en la vida de un número significativo de personas, el impacto en el mundo entero será trascendental. Esto es espiritualidad práctica en estado puro.

Hacer de los modales un reflejo

Cuando comemos, buscamos instintivamente el tenedor o la cuchara porque nos han enseñado a usarlos. Del mismo modo, las personas con buenos modales son amables por instinto. De forma natural, piensan en formas de ayudar, comparten su generosidad y buscan compasivamente aliviar las cargas de los demás sin ni siquiera tener que esforzarse. Forma parte de su forma de ser.

Lo mejor de todo es que cuando tu respuesta es gracias, automáticamente te sientes más agradecido. Piensa en lo diferente que se siente cuando alguien empieza una petición con un por favor. Esa simple palabra tiene la capacidad de poner de mejor humor a todos.

Puede parecer poca cosa, pero ¿cuántos momentos de gracia puedes ver que tienen lugar simplemente porque alguien da las gracias, comparte ideas o recursos, o tal vez incluso sujeta la puerta a alguien que lleva una carga? Son buenos modales, sí, pero pocas cosas pueden cambiar tanto la trayectoria del día de alguien como esos pequeños actos de amabilidad y cortesía. Es una herramienta de poder espiritual que conduce a un mundo más compasivo y agradecido. Es nada menos que Dios en acción.

Prediquemos con el ejemplo. Las familias o los grupos pueden contar juntos sus bendiciones, incluso convirtiéndolo en una divertida competencia para ver quién puede encontrar la cosa más pequeña por la cual estar agradecido, antes de ampliarla a la bendición más grande que puedan imaginar. Antes de empezar a comer, podemos hacer una pausa y expresar nuestra gratitud a todos los que, a lo largo de la cadena de suministro, nos han proporcionado los alimentos que vamos a disfrutar. Al realizar juntos cualquier actividad, podemos fijarnos objetivos para brindar ayuda a los demás de formas nuevas y diferentes, y ver a cuántas personas podemos beneficiar.

Colabora, comparte, muestra bondad y compasión, y te convertirás en un ejemplo vivo de cómo ser las manos y los pies de Dios. Y no olvidemos dar las gracias en cada oportunidad que se nos presente. Nuestros hijos aprenderán a hacer lo mismo por reflejo y juntos crearemos un mundo más amable, más educado, más compasivo y lleno de maravillas.

Una oración de agradecimiento para todos los niños

Cuando me aquieto en oración, siento que una ola de gratitud brota de mi corazón y se extiende hacia el exterior. Primero doy las gracias a cada célula de mi cuerpo por hacer su trabajo para mantenerme sano y próspero. Luego, dirijo mi atención hacia fuera, visualizando a todos los niños reconocer sus bendiciones y expresar su gratitud de maneras que demuestran la actividad de Dios. Veo que la gratitud se expande y doy gracias por todo ello.

Oración familiar de agradecimiento

Nos reunimos agradecidos por todas las bendiciones de nuestras vidas y por nuestro impulso divino de compartir esas bendiciones con los demás. Sabemos que es imposible dar más que Dios, y por cada regalo que damos, recibimos a su vez bendiciones multiplicadas. En ese próspero espíritu de dar, decimos gracias, Dios, por todas las bendiciones que fluyen en este intercambio.

Juntos afirmamos:

Todos los niños son bienvenidos a orar con los asociados del Ministerio de Oración de Unity.

Para oración, llamar al:
1-816-969-2020

Internacionales
01-816-969-2020

Envía tus solicitudes de oración a:

Ministerio de Oración de Unity
1901 NW Blue Parkway
Unity Village, MO 64065

Acerca del autor

Trish Yancey, CSE, LUT, se desempeña como líder espiritual en Unity of Sebring, Florida. Ella es autora del libro en inglés The Heart of Prayer (El corazón de la oración) y otros libros para niños.

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